al regresar a casa tras una visita al Parque del Retiro me dieron la feliz noticia de que
habían comprado billetes de avión para ir a la hermosa ciudad de Venecia donde las calles
son de un azul-verdoso debido al agua que pasa por ellas. Desde que llegamos no hacía más
que tirar fotos, pues todo me impresionaba desde las góndolas hasta las casas al estilo
antiguo, estar dentro de esa ciudad me hacía sentir desconectada y bien conmigo misma, no
hay nada mas bello que ver las creaciones de el hombre con esfuerzo y sudor hechas para el
deleite de los pobladores y visitantes. En mi opinión es un lugar para recodar buenos
tiempos en el cual se siente y se disfruta de la paz y el amor en el ambiente, desde ese
momento y aquellos tres maravillosos días solo pienso en ir a visitarla nuevamente puesto
que aun mi mente es como si estuviese allí.
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